Un ritual en vivo

Vivo, Marcelo Savignone

 

Siempre me gustó la improvisación. Hacerla, aunque uno no tenga demasiada experiencia, es harto divertida; verla, también. En este último caso, además, se puede aprovechar la destreza actoral de quienes participen. Un maestro en este campo es Marcelo Savignone. Su unipersonal Vivo consiste en la improvisación a través de la utilización de máscaras balinesas.

Savignone recibe a su público, que se sentará frente a él, y explica la dinámica del espectáculo. Detrás, sólo se ve un panel con distintas máscaras que utilizará a lo largo de la función. CMarcelo Savignoneomo toda improvisación, requiere de una mínima intervención del público: “¿quién soy?”, “¿dónde estoy?” y “¿qué estoy haciendo?”. Esta operación se reproduce varias veces, una para cada personaje. Establecido el contexto, comienza la magia.

Savignone, vestido en colores neutros-camisa marrón oscura, pantalones marrones claros y una corbata- es el sólo encargado de darle vida a los personajes. Lo único externo son las máscaras, realizadas con distintas expresiones. Fuera de eso nada debe distraer.  Éstas, según explica el propio Marcelo, tienen que ver con lo festivo, con el ritual. De esta manera, se lleva a la actuación a un estado más primitivo, nos lleva de vuelta a las raíces de la improvisación. No hay cambios de vestuario, no hay escenarios, la música sólo aparece entre cada personaje, mientras el intérprete elige las máscaras. Así, el espectáculo se realiza despojado de todo artificio y se centra en él y en las máscaras. Es a través de ellas y de su transformación postural y de tonos de voz que Savignone nos lleva de un personaje tranquilo, tímido a un intento de superhéroe, de una mujer que espera a su marido a un empleado de limpieza de una estación ferroviaria, de un desaforado que se sube a una ballena a un hombre obsesionado con el sexo. Cada situación y personaje, cada personalidad y cada historia debe ser creada rápidamente incorporando las sugerenciaMarcelo Savignones del público. Por supuesto, suelen darse escenarios hilarantes, que el público elige para desafiar al actor y si éstos no lo son, él se encarga de volverlos interesantes.

Pero eso no es todo, hacia el final-y esto, en las dos veces que la vi fue lo que más me sorprendió- une todas las historias en un frenesí que visto de afuera bien podría entenderse como esquizofrenia. Pasa de un personaje al otro en segundos para dar una conclusión a todo lo que fue armando en la hora previa, para cerrar sus historias pero unidas.

Habiendo dicho todo esto, queda clara la recomendación. Es un espectáculo para disfrutar del talento de Savignone para las representaciones y además, para reírse muchísimo.  Podés verla en La Carpintería (Jean Jaures 858) los sábados del 8 al 22 de noviembre a las 23.00 hs.

Intérprete:Marcelo Savignone

Concepción: Marcelo Savignone

Escenografía: Lina Boselli

Máscaras: Deby Low

Diseño de luces: Nacho Riveros

Realización de escenografía: Federico Villarino

Música original: Andy Menutti

Fotografía: Cristian Holzmann

 

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