Una noche de juegos sádicos

Dirigida por el guionista E.L. Katz, Cheap Thrills es una película desgarradora en cuanto a inmoralidad, humor negro y salvajismo. Ya estrenada en Estados Unidos, llega a las salas argentinas el 3 de julio.
Cheap Thrills nos adentra en la pesadilla que vive Craig (Pat Healy), un padre de familia sumergido en plena crisis económica y recientemente desempleado, con muchas facturas que pagar y un inminente desahucio de su departamento. En un esfuerzo por ahogar sus penas, Craig va a un bar para encontrarse con su viejo amigo de la secundaria, Vince (Ethan Embry), a quien no vio durante muchos años.  Después de ponerse al día, se encuentran con unos desconocidos, Colin (David Koechner) y Violet (Sara Paxton), quienes les proponen un trato: les darán cierta cantidad de dinero a cambio de una serie de acciones. Al comienzo se trata de pequeños desafíos (hacer shots, intentar levantarse mujeres, etc) pero a medida que transcurre la noche los retos van tomando otro color. El juego se convierte en un total delirio, pero eso no es un impedimento para los muchachos que están tan necesitados de capital. Es la miseria de cada uno en su máxima expresión. Ninguno dejará pasar la oportunidad de resolver sus problemas financieros, pero ¿Hasta dónde están dispuestos a llegar por dinero?
Sería muy acertado decir que la película es entretenida, divertida y muy desagradable. Posiblemente a las mujeres impresionables no les guste tanto como a los amantes del gore. De todas formas, sin importar el tipo de audiencia, realmente es digna de ver. Es como una parodia de los realities en la televisión, donde la vergüenza y el sufrimiento son los protagonistas.  Hay momentos tan originales y bizarros que es imposible parar de reír. Al mismo tiempo, la tensión va en aumento, apropiándose de la pantalla. El espectador se convierte en un voyeur, deseoso de la adrenalina que genera cada desafío. Todo se reduce a un espiral de codicia y sumisión, a una fábula sobre la obsesión con el dinero y el patetismo humano.

Las actuaciones del cast son impecables. Koechner y Paxton (los “malvados” del film) son fríos, osados y básicamente no les importa nada de nada.  Él es el típico millonario fiestero y ella es su esposa, una rubia despampanante que no se despega de su celular en ningún momento. Están dispuestos a todo con tal de divertirse un rato. Healy y Embry, por su parte, tienen una química instantánea entre sí y logran transmitir la desesperación causada por semejante situación. Los dos llevan cabo retos realmente repugnantes y sangrientos. Es muy creíble como se transforman en verdaderos monstruos y logran crear una conexión con el espectador, especialmente el personaje de Healy, que invita a recorrer (y sufrir) todo el proceso con él. Sea como sea, la crítica a los principios morales del ser humano transciende a los personajes y apunta directamente al público.

Cheap Thrills rompe el molde con todo lo que creas haber visto antes.  La película puede parecer una típica comedia, pero a medida que pasa el tiempo todo deja de ser risas hasta convertirse en  puro nerviosismo. Es una historia corta, intensa y brillante que impacta y divierte, así como no escatima en situaciones de violencia. Tiene la dosis justa de inquietud y expectativa de no saber qué es lo próximo que va a pasar.

 

Título: Cheap Thrills

Año: 2013

Duración: 83 minutos

Pais: Estados Unidos

Guión: Trent Haaga, David Chirchillo

Música: Mads Heldtberg

Cast: Pat Healy, Ethan Embry, Sara Paxton, David Koechner, Amanda Fuller, Brighton Sharbino