Desde el Obelisco, si vas a la derecha por Corrientes y cambiás hacia la izquierda al cruzar Paraná, ¡adelante! Vas a haber llegado al mítico Teatro San Martín que, tras reabrir sus puertas después de meses cerrado por refacciones, expone la muestra fotográfica Charly, de Maximiliano Vernazza, sobre otro mito argentino.
La exhibición consiste en 28 imágenes de Charly García, tomadas a lo largo de 16 años. Vernazza, que comenzó a fotografiar al músico en 1997, lo acompañó por distintos lugares y situaciones, de las cuales resultó esta selección de imágenes. Villa Gesell, Buenos Aires, Nueva York. El departamento de Coronel Díaz, The Roxy, Niceto, el Teatro Colón. Los lugares van cambiando a medida que se avanza por la galería del primer piso, pero siempre hay alguien que se repite, que mira a cámara y que rápidamente atrae la atención.
¿Qué muestran de Charly estas fotos? Lo externo, por supuesto: su fígura flaca y desgarbada, los cambios de look de su bigote, su pelo alborotado. Pero también una buena fotografía, al capturar el momento justo y con una buena composición, puede retratar lo más profundo, lo más complejo de una persona: su(s) personalidad(es).
En este caso, Vernazza muestra a Charly desde lo cotidiano. Esa es la principal novedad de esta exposición y lo que atrae al público: el acercamiento al ídolo, el conocimiento de su lado b. En una foto, Charly aparece enredado en un flota-flota en una pileta; en otra, haciendo un huevo frito. Por otro lado, se puede ver su casa: las inscripciones de sus paredes, los posters en su puerta, hasta la cantidad de pares de zapatillas en su placard.
Además, un motivo recurrente en la exposición es el de sus manos. “Manos de pianista”: dedos largos, flacos. Manos manchadas: ¿de sangre?, ¿de pintura? Manos de uñas descuidadas. Fotografiadas en recitales, sobre una mesa, en la Casa Rosada. Siempre tensionadas, señalando en una dirección, enérgicas, sosteniendo un cigarrillo. Son las manos del ídolo, las que soñás con estrechar.
Quizás lo más destacable de esta exposición es el hecho de ver a Charly en el Teatro San Martín, lugar de grandes obras de teatro y ballets, de referencia nacional e internacional, y frecuentemente visitado por un público más bien intelectual. Pero sí, Charly logra todo eso: gusta por popular, desafiante, contestatario, y al mismo tiempo, por ser un artista increíble, autor de algunos de los mejores temas del rock nacional, en letra y música, que le valieron el apodo de “maestro”. En una de las fotos, se lo ve de espaldas y ante él los palcos del Teatro Colón –en el que se presentó en 2013 con su espectáculo Líneas Paralelas-. Say no more.
Charly -Maximiliano Vernazza
Teatro San Martín: Av Corrientes 1530
Hasta el 3 de agosto
Entrada libre y gratuita
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