Todo es macanudo, al rescate de lo simple.

Foto: enciclo.com.ar

Liniers está de moda. El humorista gráfico argentino alcanzó la cima de la industria cuando en marzo de este año llegó a la tapa de la revista The New Yorker. Además, sigue trabajando para el diario La Nación, es invitado por distintos artistas a ilustrar la tapa de sus discos o a dibujar en vivo en sus recitales y actualmente, en el Centro Cultural Borges, se expone su trabajo de años.

Como el artista en cuestión, la muestra no es cualquier muestra, sino que tiene un costado original. A la exposición tradicional de su obra en las paredes, se le suman espacios para el juego y la emoción. El público es variado: grupos de jardín de infantes, jóvenes y adultos. Todos recorren la sala sonrientes. Con la misma ilusión, se ponen bonetes, dibujan y posan para la foto junto a las gigantografías de sus personajes favoritos. ¿Cómo se explica este fenómeno? ¿Cómo logra este artista entusiasmar a un público tan amplio?

PH: Antonella Di marco

   Foto: Antonella Di marco

Se podría arriesgar que una respuesta posible está en el tipo de humor de Liniers: por un lado, simple, sencillo, a veces incluso tonto; por otro, tierno, sensible, nostálgico. Los personajes y temas que aparecen representados en cada historieta generan identificación: desde Enriqueta, la niña soñadora y amante de los libros, los panaderos y el cielo estrellado –de la vida-, hasta la “gente que anda por ahí”, con sus miedos, frustraciones y excentricidades. A diferencia de las tradicionales tiras de superhéroes, en la obra de Liniers se reivindica a las personas del montón, las que se cruzan por la calle,  como posibles protagonistas. Todos tienen detalles, gestos y características particulares –such specific details, en palabras de la Celine de Antes del amanecer– que los hacen dignos de atención. Y en esta muestra interactiva, una de las propuestas, dibujarse, va en el mismo sentido: todos somos historietizables, todos somos macanudos.

 

Macanudo es un término que ha caído en desuso. Hoy lo reemplazan, según la circunstancia, OK, tranqui, no hay drama, copado, genio. Pero el significado no llega a ser el mismo. Resucitar la palabra macanudo, mantener viva la capacidad de ver algo interesante y valioso en los otros y en la vida cotidiana, en las “cosas que te pasan si estás vivo”. Esa es la propuesta de esta muestra. “Todo es macanudo”. Esa es la propuesta de este artista.

Todo es Macanudo

Centro Cultural Borges

Viamonte esquina San Martín

Sala 21, segundo piso

Lunes a sábado de 10 a 21 hs-Domingos de 12 a 21 hs.

Entrada general: $40. Jubilados y estudiantes: $35.

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