Pareciera ser que a la hora de elegir una comedia las opciones se reducen a optar por algo ya visto o decidirse por algo completamente decepcionante. De todas formas, no hay que perder las esperanzas. Neighbors (Buenos Vecinos) es el tipo de comedia yankee que logra superar las expectativas del cine pochoclero. Sí, se trata de una típica película americana que reúne los condimentos característicos “tontos” correspondientes al género en cuestión, pero logra divertir como pocas.
¿Te imaginas vivir al lado de una fraternidad universitaria? Esta es la premisa sobre la que Nicholas Stoller (creador de Yes Man, Fun with Dick and Jane, entre otras) crea su nuevo proyecto cinematográfico. El film está protagonizado por Seth Rogen y Rose Byrne, padres primerizos que viven en un vecindario tranquilo hasta que llegan los nuevos vecinos: Zac Efron y una horda de adolescentes fiesteros que les hacen la vida imposible. A partir de un intento de acercamiento en búsqueda de buena onda, se desata una guerra entre ambos. Entre otros personajes reconocibles que le dan un poco más de divertimento a la película, están Dave Franco (hermano de James Franco) y Christopher Mintz-Plasse (más conocido como McLovin). También está Lisa Kudrow (Phoebe de Friends) pero tiene un papel tan ínfimo que ni vale la pena mencionar.
Uno de los factores que más suman en cuanto a contenido es la química que hay entre el genialísimo Seth Rogen y Rose Byrne (la cual sorprende, big time), que logran protagonizar una pareja súper disfuncional y obscena. Es tan creíble la relación entre ellos que hasta da la sensación que están juntos en la vida real. Además, Zac Efron logra ir un poco más allá de ser el cari-lindo de siempre y divierte con su papel de presidente de Delta Psi Beta (sí, así se llama la fraternidad) y ganador sin muchas neuronas.
El film es un constante divague entre situaciones cómicas y personajes hilarantes, con un tono absurdo que no deja de quitarle inteligencia y humor fresco. Hay fiestas descontroladas, peleas con consoladores, drogas y alcohol, mucho descontrol. Todo eso y mucho más, pero sumado a la coherencia que tiene todo lo que va ocurriendo y sin dejar de tener un enlace lógico en las escenas. En una búsqueda por encontrarle una vuelta más “profunda”, se muestra un choque entre dos generaciones: Por un lado, los veinteañeros básicos que sólo buscan divertirse y pasarla bien, y por el otro, los treintañeros que dejan atrás la vida de descontrol para verse inmerso en un mundo de responsabilidades y nuevas formas de disfrutar.
Se trata de una película divertida que, más allá de pertenecer al billón de comedias teenager contemporáneas, logra entretener y hacer reír con ganas. Una gran virtud que tiene es el ritmo y la manera en que se desarrolla la película que no decae en ningún momento. Se trata de una hora y media de pura bizarreada bien lograda que no aburre sino que logra que el tiempo se pase rápido. Es un mix de cosas: Es un poco porno, un poco familiera, un poco hard core y un poco soft. Para todo aquel que esté buscando pasar un buen rato con una entretenida comedia, Neighbors es una excelente opción, que no recae en viejos chistes sino que se caracteriza por tener un estilo y originalidad propia, ideal para todos los gustos.
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